Puesto que vivimos en una sociedad con
cultura competitiva, la vida siempre acaba siendo una carrera.
Los años de estudio son los de preparación
para salir al circuito, la recepción de un cumulo de conocimientos que van
cargando nuestras neuronas para construir el motor que nos va a permitir
competir.
Hasta que un día nos dan el titulo, que
incluye una calificación que mide la potencia de nuestro motor. Se acabó el
patrocinador familia o el patrocinador beca. Todo lo que tenemos por delante es
nuestra soledad y la polvareda de nuestro circuito profesional ocupado por
muchos que ya corren desde hace muchos años y por otros que constantemente van
llegando a la línea de salida. Y los que quieren ganar son muchos!!
Todo el conocimiento adquirido es el
motor, ...es nuestra aptitud.
Pero en la carrera de la vida, lo que
realmente será decisivo en nuestros avances, derrapes, salidas de pista,
aceleradas y podios, va a ser nuestra actitud.
Hay quienes una vez que han conseguido
su titulo, se cuelgan con él en la pared. Piensan que ya llegaron, ignorando
que si en su profesión se da un mínimo de competividad, su diploma solo sirve como
ticket de entrada en la carrera.
Para ganar, hay que desear
enloquecidamente querer ganar, algo que en términos futboleros tiene una
excelente definición para los equipos que entran a la cancha convencidos de su
victoria: la llaman ¨hambre de gol¨, algo que se sacía con esfuerzo, talento y
sagacidad.
Querés una muestra? Luisito Suarez!! Su
actitud lo dice todo!! Siempre quiere más!! MAS!!
Sin la suma permanente de estas cualidades, la mayor acumulación de conocimientos es un ¨hermoso¨ motor parado.
SALI YA! MOVETE!! CONTAGIA!!!
TE ESTAN ESPERANDO!!
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