Un niño llega del colegio a su casa y corre a decirle a su madre:
-¡Mamá, mamá! Me eligieron para la obra de teatro del colegio.
La madre, al ver la cara de felicidad de su hijo, le contesta:
-No me digas nada, ya sé: vas a ser el protagonista de la obra.
-No, mamá... ¿Yo voy a ser el protagonista?
-Bueno, perdóname. ¡Ah, ya sé! Vas a ser el co-protagonista.
-No, mamá... Tampoco.
-Déjame pensar... Entonces, ¡vas a cantar en el coro!
-¿Me escuchaste cantar alguna vez, mamá?
-No, es verdad. Ah ya sé, ¡cómo no lo adiviné antes! Vas a bailar.
-Mamá, soy de madera bailando...
Bueno, me doy por vencida. ¿Qué vas a hacer?
El chiquito se puso derecho, pegó los brazos a su cuerpo, sacó pecho y anunció:
-¡Voy a hacer de árbol!
La madre lo miró confundida y le dijo, casi como un lamento:
-¿De árbol?
El niño, que se había quedado en la misma posición, le respondió:
-Sí, mamá, de árbol y agregó-: Pero me eligieron. Otros chicos no van a participar en la obra.
El niño conocía la importancia de ser elegido.
Me explico amigos?
Creanme!!
NO HEMOS VISTO NADA AÚN!!
Un gran abrazo!
Gonzalo
3XDIA!!