viernes, 31 de enero de 2020

CIERRE ENERO.

YA CERRAMOS ENERO Y ES HORA DE HACER LO QUE SABÉS. COMO GERMÁN, QUE ARRANCA PRIMERO EN EL RANKING CON UNA EXCELENTE PRODUCCIÓN PERSONAL!
COMO ES TRADICIÓN EN NUESTRO EQUIPO, RECONOCIMOS CON UN LIBRO, LOS ESFUERZOS DE GERMÁN, QUE NO TIENE LÍMITES (SI QUIERE, ...NO LO PARA NADIE!!) 
Y QUIERE!

AHORA, ...COMENZÓ FEBRERO, Y VAMOS POR UN PRÓXIMO RECORD! Y DÍA A DÍA, EN LA CALLE, FRENTE A UN CANDIDATO Y RECORDANDO NUESTRO PROPOSITO: AYUDAR A NUESTRA GENTE A TOMAR MUY BUENAS DECISIONES PARA EL FUTURO.

VAMOOOOOS!

LA PERSISTENCIA GANA LA CARRERA

martes, 21 de enero de 2020

HOY VAMOS A HABLAR DEL AHORRO. DE TU FUTURO.


Tienen que ver el ahorro y el seguro de vida?

Quizás por más desconocido, el seguro de vida requiere mención aparte. Mucha gente identifica este seguro como un producto que indemniza o protege por el riesgo de morir. Sin embargo, apenas uno de cada siete dolares pagados en primas de seguro de vida, es para cubrir estos casos. Entonces, si no es sólo la muerte lo que cubre el seguro de vida, ¿qué cubre? Pues bien, ...la vida  entraña más riesgos además de la muerte; por ejemplo, la supervivencia.

Alcanzar una determinada edad y seguir vivo puede ser un problema, especialmente si pensamos en la jubilación, ya que al dejar de trabajar muchas personas ven disminuir su nivel adquisitivo.

Frente al riesgo de morir, lo que se hace es la protección (con un seguro se previenen posibles consecuencias negativas para los nuestros); y frente al riesgo de sobrevivir, lo que se ejercita es la previsión: se guarda para el futuro y, cuando ese futuro llega, se usan esos recursos guardados para mantener, e incrementar incluso, el nivel de vida.

La persona ahorra en el presente para gastar en el futuro porque prevé que entonces lo necesitará. Así, los seguros de vida que ayudan a realizar esa previsión se llaman seguros de vida y ahorro: son instrumentos que ayudan a ahorrar para el futuro.

Las jubilaciones en nuestro país y también en los de la región, son totalmente insuficientes si hablamos de calidad de vida. Por eso, la mayoría, que puede, y tiene el habito del ahorro, separa una parte para que lo ayude en los ¨años dorados¨.
Imaginemos una persona que, en sus ¨treintas¨ se anticipa sobre este problema a futuro y decide comenzar a ahorrar. Es consciente de que en esos años menos jóvenes será un jubilado, y por eso necesita prever el descenso en su nivel de vida que le provocará dejar de trabajar. Entonces, decide ahorrar. 
¿Está ese ahorro exento de riesgos? 
La verdad es que no. En realidad, ese ahorrista está sometido a tres grandes riesgos:

1) Ahorro insuficiente. El riesgo de no ahorrar lo suficiente y que, en consecuencia, cuando recupere su dinero, ya jubilado, éste no dé para gran cosa.

2) Falta de rentabilidad. Dado que el dinero que ahorre pasará unos cuantos años invertido para dar réditos, existe el riesgo de que esas inversiones, por múltiples razones, acaben dando pérdidas, y consiguientemente el ahorrista pierda todo o parte de lo que ha ahorrado. Esto lo conocemos como riesgo financiero.

3) Excesiva longevidad. El ahorrista corre un riesgo denominado de longevidad. El riesgo de longevidad quiere decir que, tal vez, nuestro ahorrista ahorre pensando que necesitará dinero para vivir tras jubilarse durante X años (por ejemplo, 20; si se jubila a los 65, eso es que espera vivir hasta los 85); pero luego resulte que viva más y, consiguientemente, el dinero, literalmente, se le acabe.

El primero de los riesgos depende solo del propio ahorrista ya que, aunque puede (y debe) asesorarse por un experto en seguros de vida, solo él puede decidir qué cantidad es la adecuada para ahorrar en cada momento.

¿Y qué pasa con los otros dos riesgos?

El seguro de vida es el único producto capaz de cubrir los dos.
El hecho de que el seguro de vida (nuestro seguro de vida y ahorro) libere al ahorrista de dos de sus riesgos: el financiero y el de longevidad, tiene como consecuencia que el seguro de vida, en realidad, sea lo más parecido que se puede encontrar a una pensión de jubilación.

El seguro garantiza una rentabilidad mínima en el largo plazo, lo cual quiere decir que garantiza una prestación mínima a percibir en el momento de jubilarse; y, además, esa prestación es capaz de darla en forma de pagos periódicos garantizados o un monto único para generar una gran liquidez en el momento que más se necesita.

A todos estos elementos aún hay que añadir otro más: el seguro de vida es combinable, es decir, con una sola prima y un solo contrato garantizado, el cliente prevé su jubilación, pero también prevé la circunstancia de un fallecimiento prematuro, ya que en ese caso el beneficiario sería una persona relacionada con él (cónyuge, descendientes…).

Si te llegó este concepto que te acabo de compartir, pedinos ayuda que sin ningún lugar a dudas, podemos ayudarte a tomar una muy buena decisión para tu futuro.