"Trabaja como si
el éxito dependiera de tu propio esfuerzo, pero confía como si todo dependiera
de Dios." Máxima jesuítica
Sabemos que el liderazgo consiste en realizar grandes emprendimientos pero pocos entendemos cómo convertirnos en líderes o cómo hacer que otros lo logren. La Compañía de Jesús fue la primera empresa que formó a sus propios líderes y, durante ese proceso, construyó una de las compañías más exitosas del mundo. En éste momento recuerdo a un gran amigo y gran líder, aún hoy, estando fuera de la organización jesuítica, Jose Luis Mendizabal, que supo en algún momento ser miembro de nuestro Equipo, Organización Professional Life Uruguay allá por el 2004.
Fundada en 1540, por diez compañeros, sin capital y sin ningún plan de negocio, los jesuitas han sido desde entonces una fuente de innovación y de descubrimiento. Al morir San Ignacio de Loyola, eran mil jesuitas en los cinco continentes.
En este libro, Chris Lowney, ex jesuita y ejecutivo de J. P. Morgan, analiza los principios del liderazgo que han guiado durante casi cinco siglos a la Compañía en sus diversas actividades. El perdurable éxito de los jesuitas descansa sobre cuatro pilares esenciales de su forma de liderar: autoconocimiento, creatividad, amor y heroísmo.
Al incorporar estos principios a su vida diaria, los jesuitas construyeron una organización que maneja una red internacional sumamente eficaz de comercio, educación, trabajo misionero y erudición.
"Todos somos líderes y todos estamos liderando todo el tiempo, a menudo en pequeñas cosas y de manera inconsciente."
Chris Lowney
El liderazgo al estilo de los Jesuitas, es un libro que leí la primera vez en 2008, y estoy haciendo una re-lectura, ya que es una obra que me gustó mucho, por la manera en la que su autor desgrana la filosofía jesuítica y como a los directivos les puede ser de mucha ayuda en su toma de decisiones.
Infinitamente más valioso que el plan, el producto y el capital, cosas de las que carecían los jesuitas, fue el hecho de que los fundadores tenían una dedicación incondicional a un modo exclusivo de trabajar y de vivir, a una vida que integraban los principios del liderazgo, es decir, el conocimiento de sí mismos, el ingenio, el amor y el heroísmo.
Sabemos que el liderazgo consiste en realizar grandes emprendimientos pero pocos entendemos cómo convertirnos en líderes o cómo hacer que otros lo logren. La Compañía de Jesús fue la primera empresa que formó a sus propios líderes y, durante ese proceso, construyó una de las compañías más exitosas del mundo. En éste momento recuerdo a un gran amigo y gran líder, aún hoy, estando fuera de la organización jesuítica, Jose Luis Mendizabal, que supo en algún momento ser miembro de nuestro Equipo, Organización Professional Life Uruguay allá por el 2004.
Fundada en 1540, por diez compañeros, sin capital y sin ningún plan de negocio, los jesuitas han sido desde entonces una fuente de innovación y de descubrimiento. Al morir San Ignacio de Loyola, eran mil jesuitas en los cinco continentes.
En este libro, Chris Lowney, ex jesuita y ejecutivo de J. P. Morgan, analiza los principios del liderazgo que han guiado durante casi cinco siglos a la Compañía en sus diversas actividades. El perdurable éxito de los jesuitas descansa sobre cuatro pilares esenciales de su forma de liderar: autoconocimiento, creatividad, amor y heroísmo.
Al incorporar estos principios a su vida diaria, los jesuitas construyeron una organización que maneja una red internacional sumamente eficaz de comercio, educación, trabajo misionero y erudición.
"Todos somos líderes y todos estamos liderando todo el tiempo, a menudo en pequeñas cosas y de manera inconsciente."
Chris Lowney
El liderazgo al estilo de los Jesuitas, es un libro que leí la primera vez en 2008, y estoy haciendo una re-lectura, ya que es una obra que me gustó mucho, por la manera en la que su autor desgrana la filosofía jesuítica y como a los directivos les puede ser de mucha ayuda en su toma de decisiones.
Infinitamente más valioso que el plan, el producto y el capital, cosas de las que carecían los jesuitas, fue el hecho de que los fundadores tenían una dedicación incondicional a un modo exclusivo de trabajar y de vivir, a una vida que integraban los principios del liderazgo, es decir, el conocimiento de sí mismos, el ingenio, el amor y el heroísmo.
Heroísmo:
El heroísmo inspirado en el magis anima al hombre a poner alta la mira y lo mantiene siempre dirigido hacia algo más, algo más grande.
El heroísmo hace a una persona soñadora y pragmática a la vez…. Los líderes heroicos no esperan hasta que llega el gran momento: se lanzan a captar la oportunidad que está a su alcance y extraen de ella la mayor riqueza posible…
El heroísmo inspirado en el magis anima al hombre a poner alta la mira y lo mantiene siempre dirigido hacia algo más, algo más grande.
El heroísmo hace a una persona soñadora y pragmática a la vez…. Los líderes heroicos no esperan hasta que llega el gran momento: se lanzan a captar la oportunidad que está a su alcance y extraen de ella la mayor riqueza posible…
Ingenio:
El ingenio predispone a las personas no sólo a pensar de una manera original sino a vivir de una manera original.
El ingenio lleva a las personas a arrancar de raíz todo provincianismo, temor a lo desconocido, apego a su posición o sus posesiones, prejuicios, aversión al riesgo y la actitud de “así es como lo hemos hecho siempre”.
Amor: (y es aquí donde me siento más identificado…)
El amor comunica propósito y pasión al ingenio y al heroísmo.
Los líderes movidos por el amor ven un mundo de seres humanos de extraordinaria dignidad, sin miedo, sin codicia, que no engañan y con humildad. Viven con la premisa de que la gente da lo mejor de sí cuando trabaja para personas que ofrecen un apoyo y afecto verdaderos.
Conocimiento de sí mismo:
El conocimiento de sí mismo arraiga y nutre las demás virtudes del liderazgo. El que descubre quien es, que quiere, y que defiende ya ha dado el primer paso hacia el liderazgo heroico. Quienes han señalado y han empezado a extirpar sus debilidades y apegos insanos están creando la indiferencia esencial para el ingenio.
El conocimiento de sí mismo no es un proyecto de una sola vez. No menos importante que la evaluación inicial que uno hace de sus fortalezas, sus debilidades, valores y visión, es el hábito diario de la reflexión, el examen de conciencia. Es una oportunidad de medir la vida, aspecto por aspecto, a la luz de los principios y las metas.
"El liderazgo heroico invita a todos a evaluar su impacto diario, a rectificar el foco si es necesario y a declarar la marca de liderazgo que quieren dejar."
Chris Lowney
¿Cómo puede uno ser un líder que deje en el mundo un impacto como el de San Ignacio de Loyola?
.- Apreciando su dignidad y su rico potencial
.- Reconociendo las debilidades y apegos que limitan ese potencial
.- Expresando los valores que sostiene
.- Fijando metas personales
.- Formando un punto de vista sobre el mundo: cuál es su posición, qué busca, y cómo se trata con el prójimo
.- Viendo la sabiduría y el valor del examen de conciencia y adquiriendo el habito de reflexión diaria para volver a enfocar las prioridades y sacar enseñanzas de los éxitos y los fracasos.
El ingenio predispone a las personas no sólo a pensar de una manera original sino a vivir de una manera original.
El ingenio lleva a las personas a arrancar de raíz todo provincianismo, temor a lo desconocido, apego a su posición o sus posesiones, prejuicios, aversión al riesgo y la actitud de “así es como lo hemos hecho siempre”.
Amor: (y es aquí donde me siento más identificado…)
El amor comunica propósito y pasión al ingenio y al heroísmo.
Los líderes movidos por el amor ven un mundo de seres humanos de extraordinaria dignidad, sin miedo, sin codicia, que no engañan y con humildad. Viven con la premisa de que la gente da lo mejor de sí cuando trabaja para personas que ofrecen un apoyo y afecto verdaderos.
Conocimiento de sí mismo:
El conocimiento de sí mismo arraiga y nutre las demás virtudes del liderazgo. El que descubre quien es, que quiere, y que defiende ya ha dado el primer paso hacia el liderazgo heroico. Quienes han señalado y han empezado a extirpar sus debilidades y apegos insanos están creando la indiferencia esencial para el ingenio.
El conocimiento de sí mismo no es un proyecto de una sola vez. No menos importante que la evaluación inicial que uno hace de sus fortalezas, sus debilidades, valores y visión, es el hábito diario de la reflexión, el examen de conciencia. Es una oportunidad de medir la vida, aspecto por aspecto, a la luz de los principios y las metas.
"El liderazgo heroico invita a todos a evaluar su impacto diario, a rectificar el foco si es necesario y a declarar la marca de liderazgo que quieren dejar."
Chris Lowney
¿Cómo puede uno ser un líder que deje en el mundo un impacto como el de San Ignacio de Loyola?
.- Apreciando su dignidad y su rico potencial
.- Reconociendo las debilidades y apegos que limitan ese potencial
.- Expresando los valores que sostiene
.- Fijando metas personales
.- Formando un punto de vista sobre el mundo: cuál es su posición, qué busca, y cómo se trata con el prójimo
.- Viendo la sabiduría y el valor del examen de conciencia y adquiriendo el habito de reflexión diaria para volver a enfocar las prioridades y sacar enseñanzas de los éxitos y los fracasos.
Algunas enseñanzas de San Ignacio de Loyola que pueden ser de nuestra utilidad:
“Enséñanos buen Señor, a servirte como mereces, a dar sin contar el costo,
a luchar sin contar las heridas y a no buscar descanso, a laborar sin pedir recompensa excepto saber que hacemos tu voluntad.”
San Ignacio de Loyola
"El examen de conciencia es siempre el mejor medio para cuidar bien el alma."
San Ignacio de Loyola
1 comentario:
Interesantisimo aporte !! Muchas gracias
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