Tienen que
ver el ahorro y el seguro de vida?
Quizás por más desconocido, el seguro de
vida requiere mención aparte. Mucha gente identifica este seguro como un
producto que indemniza o protege por el riesgo de morir. Sin embargo, apenas
uno de cada siete dolares pagados en primas de seguro de vida, es para cubrir
estos casos. Entonces, si no es sólo la muerte lo que cubre el seguro de vida, ¿qué
cubre? Pues bien, ...la vida entraña más
riesgos además de la muerte; por ejemplo, la supervivencia.
Alcanzar una
determinada edad y seguir vivo puede ser un problema, especialmente si pensamos
en la jubilación, ya que al dejar de trabajar muchas personas ven disminuir su nivel adquisitivo.

Frente
al riesgo de morir, lo que se hace es la protección (con un seguro se previenen
posibles consecuencias negativas para los nuestros); y frente al riesgo de
sobrevivir, lo que se ejercita es la previsión: se guarda para el futuro y,
cuando ese futuro llega, se usan esos recursos guardados para mantener, e incrementar
incluso, el nivel de vida.
La
persona ahorra en el presente para gastar en el futuro porque prevé que
entonces lo necesitará. Así, los seguros de vida que ayudan a realizar esa
previsión se llaman seguros de vida y ahorro: son instrumentos que ayudan a
ahorrar para el futuro.
Las
jubilaciones en nuestro país y también en los de la región, son totalmente
insuficientes si hablamos de calidad de vida. Por eso, la mayoría, que puede, y
tiene el habito del ahorro, separa una parte para que lo ayude en los ¨años
dorados¨.
Imaginemos
una persona que, en sus ¨treintas¨ se anticipa sobre este problema a futuro y
decide comenzar a ahorrar. Es consciente de que en esos años menos jóvenes será
un jubilado, y por eso necesita prever el descenso en su nivel de vida que le
provocará dejar de trabajar. Entonces, decide ahorrar.
¿Está ese ahorro exento
de riesgos?
La verdad es que no. En realidad, ese ahorrista está sometido a
tres grandes riesgos:
1) Ahorro insuficiente. El
riesgo de no ahorrar lo suficiente y que, en consecuencia, cuando recupere su
dinero, ya jubilado, éste no dé para gran cosa.
2)
Falta de rentabilidad. Dado que el dinero que ahorre pasará
unos cuantos años invertido para dar réditos, existe el riesgo de que esas
inversiones, por múltiples razones, acaben dando pérdidas, y consiguientemente
el ahorrista pierda todo o parte de lo que ha ahorrado. Esto lo conocemos como
riesgo financiero.
3)
Excesiva longevidad. El ahorrista corre un riesgo
denominado de longevidad. El riesgo de longevidad quiere decir que, tal vez,
nuestro ahorrista ahorre pensando que necesitará dinero para vivir tras
jubilarse durante X años (por ejemplo, 20; si se jubila a los 65, eso es que
espera vivir hasta los 85); pero luego resulte que viva más y,
consiguientemente, el dinero, literalmente, se le acabe.
El primero
de los riesgos depende solo del propio ahorrista ya que, aunque puede (y debe)
asesorarse por un experto en seguros de vida, solo él puede decidir qué cantidad es la
adecuada para ahorrar en cada momento.
¿Y qué pasa
con los otros dos riesgos?
El seguro de
vida es el único producto capaz de cubrir los dos.
El hecho de
que el seguro de vida (nuestro seguro de vida y ahorro) libere al ahorrista de
dos de sus riesgos: el financiero y el de longevidad, tiene como consecuencia
que el seguro de vida, en realidad, sea lo más parecido que se puede encontrar
a una pensión de jubilación.
El seguro
garantiza una rentabilidad mínima en el largo plazo, lo cual quiere decir que
garantiza una prestación mínima a percibir en el momento de jubilarse; y, además,
esa prestación es capaz de darla en forma de pagos periódicos garantizados o un
monto único para generar una gran liquidez en el momento que más se necesita.
A todos estos
elementos aún hay que añadir otro más: el seguro de vida es combinable, es
decir, con una sola prima y un solo contrato garantizado, el cliente prevé su
jubilación, pero también prevé la circunstancia de un fallecimiento prematuro,
ya que en ese caso el beneficiario sería una persona relacionada con él (cónyuge,
descendientes…).
Si te llegó
este concepto que te acabo de compartir, pedinos ayuda que sin ningún lugar a
dudas, podemos ayudarte a tomar una muy buena decisión para tu futuro.