Cuando recluto algún nuevo talento, lo hago a conciencia, y como suelo decir: "estoy dispuesto a abrazarlo toda la vida". De hecho, varios de los referentes de PLIFE llevan más de 20 años junto a nosotros. Eso me hace reflexionar cada vez que le doy la oportunidad a un novato (algún día estuve yo ahí), solo que con los años y la experiencia, cada vez me gusta perder menos el tiempo. Y por eso me pongo cada año más exigente, conmigo mismo y para con mi gente.
Los que me conocen bien, saben que también suelo decirles que: “prefiero andar frenándote que empujándote para que andes”…
Hace un tiempo leí un reportaje que le hicieron a Marcelo Bielsa, actual DT de la Selección Uruguaya de Futbol, que no es “santo de mi devoción”, pero lo respeto mucho por su experiencia, su rodaje en el mundo del futbol y también por su persistencia en esa elite mundial.
El hombre dijo: "Los entrenadores podemos cometer dos pecados: hacer caminar a jugadores que vuelan o hacer volar a los que caminan. Si tengo que ir al infierno, prefiero que sea por lo segundo".
Me dejó pensando, porque más allá de que no lo admiro, encuentro un paralelismo muy fuerte entre esta forma de liderar y el LIDERAZGO PLIFE. El exceso preferido por este entrenador ("hacer volar a los que caminan") es como si hablara nuestro propio idioma, para el desarrollo con nuestros entrenados.
Saber hasta dónde se le puede exigir a una persona es todo un arte, porque por numerosas que sean las evaluaciones previas "en la cancha se ven los pingos”. Pero precisamente porque no sabemos cuánto pueden rendir nuestros elegidos, siempre hay que exigir un poco más. En primer lugar porque es sabido, que los seres humanos rendimos menos de lo que podemos. Y mientras no nos ponen en situación de exigencia seguramente estaremos por debajo de nuestro potencial.
Estoy convencido que crecemos cuando alguien nos plantea un desafío que "a priori", pensamos que nos supera, y ese desafío va acompañado por el respaldo que nos da la confianza sincera que depositan en nosotros: el “vos podés". Y no es “cassette”!! Si te lo digo es porque sé que podés. Ha pasado mucha gente por acá en los últimos treinta años…
Después que el hombre sabe lo que quiere, tiene que ponerse al servicio de “hacer lo que hay que hacer” #HLQHQH
Y ahí es donde empieza a jugar el rigor, la persistencia y la palabra comprometida para con el Equipo.
Y cuando hablo de rigor no se trata de que rindan más, para producir más, para generar más beneficios como si ese incremento de valor fuera el único objetivo. Se trata de que rindan más para que desarrollen al máximo sus posibilidades, lo que traerá además una mayor productividad también sana, cuyo crecimiento le hace bien a las personas y a todo su entorno.
Si bien es cierto que mientras no se "prueba" a la gente no se sabe todo lo que pueden dar, al mismo tiempo es también verdad que no se trata de “romper” a nadie: las personas no tenemos sustitutos, no somos como la pieza de un mecano, que si se rompe la cambio y listo...
Por eso es todo un arte saber exigir. Y es un arte necesario en los Equipos de Alto Rendimiento. En los Equipos GANADORES.
Es sabido que a tus reclutados no hay que tratarlos como son, sino como queremos que sean. Pero para eso, necesitamos adecuar nuestras expectativas a las posibilidades reales que tenemos en frente.
No podemos alimentar un águila como a una paloma, seguramente muera al poco tiempo. Tampoco podemos alimentar a una paloma como a un águila, terminaría explotando… Y esto no es discriminar sino saber que hay palomas y hay águilas, y de alguna manera pueden ambas convivir en este mundo.
Resumiendo, exigir mucho a los colaboradores porque es condición del ser humano, un poco porque no quiere ver, o tal vez por comodidad, que por lo general le cuesta descubrir sus propios talentos.
Con algunos me pasa que yo ya visualizo el árbol, cuando sólo aparece como una semilla. Mi desafío, cada día, y cada vez que elijo un novato, es hacerlo realidad.
También les digo algo; este arte de exigir implica un riesgo cierto: si exigimos, nos exigirán. Pero es un tema para otra reflexión...
Por eso, ...prefiero:
“andar frenándote que empujándote para que andes”…
Un abrazo!
Gonzalo
3XDIA!!
2 comentarios:
Muy bueno Gonza, suscribo al 110%.
Siempre del lado de “hacer volar a los que caminan”. Siempre.
Y eso es PLIFE. Un lugar para volar y aprender a ganar.
Tremendo paralelismo con Bielsa.
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